Cómo cuidar al cuidador de una persona enferma

El cuidador vive entregado a las necesidades de este otro ser, que en su condición de salud esta frágil, vulnerable y por lo tanto, necesita atención y cuidados.

Entonces de pronto, se centra en él/ella y se olvida de sí mismo/a, se olvida de que es importante, que sus proyectos, sus sueños, sus gustos, su vida también importan y se posterga, y luego enferma, de estrés, ansiedad, cansancio, tristeza, se aisla, y puede también presentar problemas para dormir o alimentarse

Qué necesita el cuidador de los otros

Ayuda Concreta

En tareas prácticas y concretas, tanto

para sí mismo como para la persona enferma que cuida, sean compras, trámites o prepararle 

un té, sacar la basura, regar las plantas, 

sacar a pasear a su mascota.

Escuchar

El cuidador suele, estar en una rutina que no le permite tener espacios sociales de compartir, 

de compartirse; hacerle una llamada o enviarle 

un mensaje para que sienta el apoyo y 

la presencia de otros, que hay personas 

que están ahí para escuchar con atención 

lo que vive y siente.

 

Cosas que no puede expresar a la persona enferma con quien convive a diario y se guarda, porque está en su rol de cuidador y no de ser cuidado la mayoría del tiempo.

Comprensión

El cuidador experimenta emociones contradictorias, Deseos de descanso, pero también culpa cuando deja a la persona enferma a cargo de otros, tiene exceso de responsabilidades, y muchas veces esta estresado/a, o cansado/a, por lo que, 

puede no tener ánimo de fiestas o salidas 

largas y complejas. 

 

Comprender sus necesidades presentes, 

le ayudan a aliviar su carga diaria. 

 

Encuentros breves, acomodarnos a sus rutinas y escuchar atentamente sus necesidades son un regalo preciado e importante.

 

Eso quiere decir, que si te aproximas y quieres ayudarle, pregúntale, invítalo, pero también se paciente y mantente atento a lo que suceda en el momento, haz de saber y entender que lo planes pueden cambiar de un momento a otro.

Otro aspecto muy importante es informarse adecuadamente sobre la enfermedad, para así entender lo que le sucede a la persona enferma, y lo que necesita. Estar informado también nos ayudará a actuar con seguridad y confianza al momento de entregar el cuidado auxiliar, para que el cuidador principal descanse y se cuide a sí mismx. Si conoces la enfermedad pueden hablar un lenguaje común cuando se trate de poner en marcha el apoyo que tanto necesita.

Qué necesita el cuidador de sí mismo/a

Validar sus emociones

Estar enojado, triste o desanimado es parte del proceso, está bien, va a pasar, y la esperanza vuelve y como también la fuerza.

Darse permiso para ser feliz

Ser Feliz es parte, está bien, va a pasar, 

La esperanza vuelve y la fuerza también. 

Darse permiso para ser feliz a momentos, aunque su persona favorita esté enferma

Soltar la perfección

Acepta que otros también le pueden cuidar bien, aunque no seas tú. 

Que, pueden hacerlo de otro modo, diferente al tuyo, y también está bien. 

Que, si decides soltar tu función, haz de comunicarte claramente con la persona a quien cedes el cuidado, para que te vayas tranquilo/a y para que la otra persona pueda ayudarte de forma cuidadosa y efectiva.

Escrito por:

 

GERALDINE VALLADARES

PSICÓLOGA Y PSICOTERAPEUTA ADOLESCENTE 

 

Psicóloga de la Universidad Católica del Norte.

Certificada en Biodanza y Terapia Floral (Flores de Bach)

Más de 8 años de experiencia en Psicoterapia de Adultos y Adolescentes.

 

Especialista en:

  • Evaluación de Habilidades Parentales
  • Intervención Psicológica en Adolescentes
  • Terapia psicológica Adolescentes
  • Problemas de Autoestima en Adolescentes
  • Experta en problemas ansiosos en población adolescente

 

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